Ayer tuvimos la tercera visita de Yoshi y Puffy al veterinario. Encontramos uno muy bueno especializado en animales exóticos (aparentemente, pese a la relativa popularidad de los hurones en Japón, aún así no hay muchos veterinarios que los tratan). En mi ciudad hay sólo uno de ellos entre unos cuantos a los que llamé por teléfono. Por eso es importante ver eso con anticipación para no pasar por apuros después.
Este veterinario está a unos 40 minutos en auto de donde vivo, pero la facilidad que tiene es que trabaja con extranjeros y conoce términos básicos en portugués (anda con un diccionario de términos médicos, lo que es una gran ayuda!) y en la primer visita que hicimos, mientras estábamos esperando ser atendidos, vimos unas fotos de las cirugías que ellos hicieron ahí. Desde gatos a perros, pasando por conejos, iguanas, tortugas, hámsters, cobayas y claro, hurones. Eso nos tranquilizó bastante.
En la primera visita fuimos a aplicarles las vacunas contra el moquillo, Yoshi ya tiene todas las que necesita este año y a Puffy le falta una más. Y en el chequeo general, el veterinario encontró que Puffy estaba con lo que ellos llaman "ダニ" (dani), que son unos ácaros que viven en el oído. En inglés se los conoce como "ear mites".
Según explicó, es muy probable que Puffy ya los haya contraído a pocos días de nacer, posiblemente de la mamá y es altamente contagioso pero es tratable. A Yoshi no le encontraron nada, pero también inició tratamiento para evitar ser contagiado. Entonces volvimos una segunda vez para iniciar ese tratamiento, ya que en la primera se habían aplicado las vacunas y no era recomendable hacer varios tipos de tratamientos al mismo tiempo.
En la segunda vez que fuimos, llevé unas muestras de heces de los dos porque Puffy estaba con las heces un poco raras, lo que me preocupó. Y, efectivamente, el veterinario encontró unas bacterias que no eran muy buenas y recetó unos antibióticos para tres días. En Yoshi no encontró nada. Luego de eso, ella mejoró bastante pero continuaba comiendo poco aunque estaba con los mismos niveles de energía como siempre. Les limpiaron los oídos con una solución y aplicaron una vacuna contra esos ácaros, que también sirve contra la filaria.
Ayer llevé nuevamente una muestra de heces de Puffy y esta vez estaba limpia! Y tampoco encontró más ácaros, así que el tratamiento fue efectivo, aunque aún falta una dosis más para eliminar totalmente. También consulté sobre el peso de Puffy, la última vez estaba con 900 grs. y ahora bajó a 880 grs. Desde hace unas semanas estoy dándoles una sopita conocida como "Duck soup" (de la que hablaré más adelante) y ambos comen con mucho gusto, como si fuese el mejor plato culinario jajaja! Pero aún así no está ganando peso. El veterinario dijo que ella está dentro del peso normal, pero me dio un polvo de alto contenido calórico para darle después de las comidas, tiene una consistencia parecida a la leche, con ácidos lácticos buenos para mejorar la digestión. Y una muestra de comida nueva para ver si le apetece.
Un producto parecido a éste es justamente uno de los que pedí de la tienda, hoy de mañana llega! Así que al menos estoy en buena dirección.
A la noche les dí de nuevo la sopita mezclando un poco con el triturado de la nueva comida y ellos percibieron que había algo raro jajaja! Porque no la tomaron todo de una vez como siempre. Pero al darles el resto con cucharita sí, tomaron todo, Puffy con una cierta resistencia como siempre que se le introduce algo nuevo, aunque acabó con su potecito.
Ahora estoy en lo que llamo la "Campaña de Engordar Ratatars" (el apodo de Yoshi y Puffy) jajaja! Espero que vaya todo bien!
Yoshi aprovechando el paseo!
Después de una larga mañana despiertos, Puffy se durmió así en el auto, a mitad de camino, sin importarle un comino jajaja! Con la cabeza escondida en un lugar más fresco y oscuro :P
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